Había una vez una niña, Marilín Bombín, que quería ser
bombera. Ella tenía un amigo que se llamaba Isaac, y era muy
aventurero. Ellos un día decidieron empezar una aventura. Salieron una
tarde de verano hacía un país muy lejano. Al caer la noche Marilín e Isaac
acamparon en un terreno de tierra. De repente Marilín se levanto chillando y
despertó a Isaac. Creía haber oído algo. Salieron de la caseta y vieron un enorme
gigante. Ellos se asustaron pero el gigante les dijo que no era malo, que estaba
muy solo y solo quería ser su amigo. El gigante tenía unas enormes cosquillas y
era muy gracioso. Así que a la mañana siguiente el gigante les acompañó, de ahí
en adelante, en su aventura. Siguieron andando hasta llegar a un pequeño pueblo
muy pero que muy extraño. Era un mundo al revés, allí los pájaros nadaban y los
peces volaban. Los gatos no decían miau sino yes porque estudiaban mucho
inglés. También un año duraba un mes, y había un señor llamado Andrés que tenía
1530 chimpancés. Marilín e Isaac no daban crédito a lo que veían, estaban super
asombrados. No sabían que más se iban a encontrar así que decidieron seguir con
su aventura, que por ahora estaba siendo muy emocionante. Continuaron con su
viaje y esta vez llegaron a un lugar donde se encontraba un mono llamado mono
Liso, que estaba un poco liado con una naranja, no sabía si comérsela o no,
porque le daba pena. También vieron a unas grajillas que estaban volando muy
lejos y casi no se podían ver. Mono liso se encontraba muy solo y como a Marilín
y a Isaac les daba pena le dejaron ir con ellos. Ya eran 4 en la aventura. Ya
estaban acabando la aventura y se lo estaban pasando muy bien. Isaac y Marilín
llegaron a una ciudad donde había un niño que tenía un sueño, como Marilín, que
quería ser bombera. El niño quería ser astronauta y viajar al más allá. El niño
consiguió ser astronauta y justo ese día hubo un gran incendio, al que los
bomberos no pudieron acudir. Marilín se vio obligada a apagar ese fuego, y después
de eso Marilín era una heroína en aquella ciudad, y se quedó a vivir allí. Ahí
acabó aquella aventura, Isaac se quedó a vivir con Marilín en una casa que le
regalaron por haber salvado a aquellas personas de ese fuego. Mono liso y el
gigante se quedaron a vivir en una
residencia para criaturas extrañas, pero ellos vivían de maravilla allí y
tenían muchos amigos. Al final todos fueron felices y Marilín cumplió su sueño.
Raquel Pérez Pérez
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